Un nuevo tipo de batalla para dos viejos enemigos
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Un nuevo tipo de batalla para dos viejos enemigos

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La guerra con drones ha ampliado el conflicto de Cachemira entre India y Pakistán, dos vecinos con armas nucleares.
India y Pakistán se acercaron a una guerra total a primera hora del sábado, cuando el ejército paquistaní acusó a India de atacar al menos tres de sus bases aéreas, y luego informó de que había tomado represalias atacando bases aéreas indias y un depósito de misiles.
El intercambio de ataques pareció ser una brusca escalada entre los vecinos con armamento nuclear, a cuatro días de su enfrentamiento armado que comenzó el miércoles.
Pakistán dijo que India había atacado sus bases con misiles aire-superficie. Entre las bases atacadas, Pakistán dijo que había una instalación clave cerca de la capital, Islamabad. Testigos de Rawalpindi, una ciudad destacamento cercana, reportaron haber oído al menos tres fuertes explosiones cerca de la base aérea de Noor Khan, y uno de ellos describió una "gran bola de fuego" visible a kilómetros de distancia.
"Ahora, solo tienen que esperar nuestra respuesta", afirmó en una declaración televisada el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz jefe del ejército paquistaní. Acusó a India de empujar a la región hacia una "guerra peligrosa".
Poco después de los ataques reportados de India, funcionarios paquistaníes dijeron que habían lanzado una acción de represalia contra varios lugares de India, entre los que se incluían las bases aéreas de Udhampur y Pathankot y un depósito de misiles.
"Ojo por ojo", decía el ejército paquistaní en un comunicado. Dijo que llamaba a su campaña contra India "Operación Bunyan al-Marsus", que significa estructura firme y compacta"
Tras varios días de bombardeos y ataques con drones, India y Pakistán, viejos enemigos, están inmersos en su conflicto militar más extenso en décadas. Y están usando nuevas herramientas de guerra para mejorar su capacidad de atacarse y espiarse mutuamente.
El viernes, funcionarios de defensa indios dijeron que el ejército paquistaní había intentado ejecutar intrusiones aéreas en 36 lugares con "300 a 400" aviones no tripulados para poner a prueba el sistema de defensa antiaérea de India.
Un día antes, funcionarios militares paquistaníes dijeron que habían derribado 25 vehículos aéreos no tripulados pertenecientes a India, incluso en Karachi y Rawalpindi, sede del principal órgano de inteligencia de Pakistán. Funcionarios paquistaníes también dijeron a funcionarios estadounidenses que India estaba haciendo "terrorismo con vehículos aéreos no tripulados" al atacar zonas civiles, según un comunicado. India no ha hecho comentarios sobre los aviones no tripulados, conocidos como drones coloquialmente.
Aunque muchos países tienen vehículos no tripulados en sus arsenales, esta es la primera vez que los dos países con armamento nuclear utilizan estos dispositivos aéreos no tripulados el uno contra el otro. El uso de la guerra con aviones no tripulados puede que haya sido inevitable, pero podría remodelar la manera en que el mundo ve las hostilidades entre India y Pakistán, como ocurrió después de que ambos países se convirtieran en potencias nucleares en la década de 1990.
El conflicto comenzó después de que unos militantes mataron a 26 personas el mes pasado en la zona de Cachemira controlada por India. India acusó a Pakistán de estar detrás del ataque y prometió emprender acciones militares. Pakistán ha negado su implicación.
El conflicto se ha agravado desde el miércoles, cuando India dirigió ataques aéreos contra Pakistán. Desde entonces, ambos países se han enzarzado en un intercambio cada vez más intenso de disparos, ataques con aviones no tripulados, reclamaciones, reconvenciones y desinformación.
La presión diplomática, sobre todo por parte de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, no ha funcionado. Y ambos países han ignorado en gran medida las declaraciones de Estados Unidos y Europa pidiendo calma.
En un comunicado emitido el viernes, los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los 7 países industrializados instaron a "la máxima moderación tanto a India como a Pakistán" y advirtieron de que "una mayor escalada militar supone una grave amenaza para la estabilidad regional".
Raj Shukla, comandante retirado del ejército indio, dijo que su país aumentó su suministro de aviones no tripulados. Las llamadas municiones merodeadoras, que se ciernen sobre un objetivo y atacan en el momento óptimo, "son, de hecho, un arma secreta de nuestro arsenal; nunca las habíamos utilizado".
Tanto India como Pakistán han estado desarrollando sus respectivas industrias de construcción de drones en los últimos años, y ambos países importan drones de aliados extranjeros. Pero ninguno parece tener un dispositivo que pueda llevar cabezas nucleares, afirmó James Patton Rogers, experto en guerra con drones de la Universidad de Cornell. Y aunque calificó el conflicto de "increíblemente preocupante", también señaló que los aviones no tripulados se utilizan generalmente como el escalón más bajo posible en un conflicto, normalmente para presionar y poner a prueba las defensas aéreas del adversario.
El combate se ha ampliado e intensificado desde el miércoles por la mañana, cuando ataques aéreos de India alcanzaron objetivos dentro del territorio de Pakistán y en la parte de Cachemira controlada por ese país. Las autoridades pakistaníes afirmaron haber respondido derribando cinco aviones indios. El jueves por la noche estallaron intensos combates a lo largo de los 740 kilómetros de frontera que dividen la disputada región de Cachemira entre India y Pakistán.
Jammu, ciudad de la parte de Cachemira controlada por India, estaba totalmente a oscuras, pero los residentes dijeron que vieron aviones no tripulados y misiles sobrevolando la zona, y afirmaron haber escuchado fuego de artillería. Los bombardeos y disparos a lo largo de la frontera, que comenzaron el miércoles por la noche, se reanudaron el jueves por la noche y cesaron el viernes por la mañana.
Omar Abdullah, ministro principal de Jammu y Cachemira, territorio bajo control directo del gobierno indio, dijo que el viernes por la noche la ciudad tampoco tuvo suministro eléctrico. "Desde donde estoy se oyen sonidos intermitentes de explosiones, probablemente de artillería pesada", publicó Abdullah en la red social X.
Ambas partes han dicho que los intercambios de disparos mataron o hirieron a civiles. Sin embargo, esa información no se ha podido verificar de manera independiente.
Los residentes de ambas partes de Cachemira dijeron el viernes que estaban agotados; algunos afirmaron que era el peor bombardeo que habían sufrido en casi tres décadas.
"Estamos hartos de huir cada vez que empieza el bombardeo", dijo Atta Mohammad, de 70 años, residente de Uri, ciudad de la zona india de Cachemira. "Es mejor que ambos países se lancen a una guerra nuclear y nos maten a todos. Al menos eso nos librará de este sufrimiento".
En el pueblo de Bandli, en la Cachemira controlada por Pakistán, cientos de personas se reunieron el viernes por la tarde para asistir a las oraciones fúnebres de Usman Khalid, de 26 años, quien murió en el bombardeo transfronterizo.
"Llovieron varias bombas y misiles sobre nuestro pueblo", dijo Tauqeer Ahmed, residente de Bandli. Ahmed añadió que muchos residentes se habían aprovisionado de alimentos y artículos de primera necesidad, sin saber cuánto durarían las tensiones.
Sarvan Singh Pandher, un agricultor que vive en Punjab, estado de India situado a unos 20 kilómetros de la frontera con Pakistán, expresó su preocupación por la naturaleza creciente e impredecible del conflicto.
"Existe un gran temor entre los aldeanos a que escaseen los alimentos y el dinero, por lo que debemos mantener una reserva preparada y sacar fondos de los bancos", dijo Pandher, de 50 años.
Aún no hay indicios de que ninguno de los dos países esté dispuesto a disminuir la tensión.
Cuando India anunció el miércoles que había desplegado ataques aéreos contra Pakistán impactando en nueve lugares que identificó como "infraestructura terrorista", las autoridades dijeron que la medida "no buscaba escalar" las tensiones, por lo que muchos esperaban que las cosas se calmaran, quizá tras una airada retórica por ambas partes.
Sin embargo, los funcionarios indios dijeron varias veces que la respuesta sería "proporcional", dando a entender que cualquier escalada sería respondida de la misma forma.
Algunos analistas dijeron que India estaba en un aprieto. Abhinav Pandya, fundador de la Fundación Usanas, una organización de política exterior con sede en India, dijo que esperaba que el conflicto se intensificara en su forma actual, con ambas partes utilizando vehículos no tripulados.
Cualquier escalada más allá de eso implicaría muy probablemente el desplazamiento de fuerzas terrestres, dijo Pandya, y eso sería "una situación muy arriesgada", que introduciría la probabilidad de muchas más bajas.
En una conferencia de prensa, los militares paquistaníes mostraron una postura desafiante que sugería que la escalada no iba a terminar pronto. "Enviaron sus vehículos no tripulados y están recibiendo una respuesta adecuada", dijo el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz jefe del ejército paquistaní. "Así que en el momento, lugar y método que elijamos, haremos lo que tenemos que hacer. No estamos en deuda con nadie más que con el pueblo de Pakistán".
El viernes, el ejército indio dijo que estaba movilizando a miles de soldados con su fuerza de reserva de voluntarios para apoyar las operaciones militares.
Ambos países han suspendido o trasladado sus ligas de críquet, ricas en fondos monetarios, por motivos de seguridad. La Premier League india, una de las competiciones deportivas más ricas del mundo, con 10 franquicias valoradas en unos 1000 millones de dólares cada una, dijo que había suspendido los partidos durante una semana. La Superliga de Pakistán dijo que trasladaba los ocho partidos restantes de su temporada a Emiratos Árabes Unidos.
India y Pakistán, que se convirtieron en países separados en 1947, han librado tres guerras y en cada uno de esos enfrentamientos ha estado presente el conflicto de Cachemira. En diciembre de 1971 se estableció la llamada Línea de Control que divide a Cachemira.
La escalada de tensiones tiene a la gente en vilo.
"Me he abastecido de raciones como arroz, lentejas y harina", dijo Ajay Sharma, fisioterapeuta de Jaipur, estado de Rajastán, que comparte frontera con Pakistán.
Sharma dijo que también había retirado dinero en efectivo de los bancos. "Aunque tenemos plena fe en nuestro ejército, no se puede predecir lo que ocurrirá, dadas las circunstancias", dijo.
Mujib Mashal, Hari Kumar, Suhasini Raj, Pragati K.B., Salman Masood, Lara Jakes, Showkat Nanda y Zia ur-Rehman colaboraron con la reportería.
Anupreeta Das cubre India y el sudeste asiático para The New York Times. Vive en Nueva Delhi.
Mujib Mashal, Hari Kumar, Suhasini Raj, Pragati K.B., Salman Masood, Lara Jakes, Showkat Nanda y Zia ur-Rehman colaboraron con la reportería.
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