Fitzgerald, cronista supremo del derrumbe

Fitzgerald, cronista supremo del derrumbe

Constato con estupefacción que últimamente las televisiones hacen entrevistas a escritores, promocionan con delectación la aparición de novelas imprescindibles según sus promocionadores. Y recalcan que la mayoría de ellas abordan temáticas sociales, reivindicaciones inaplazables, empoderamiento, esas cosas tan de moda que al parecer necesita el mercado y los lectores concienciados. Pero dudo mucho que la gente que vive en irremplazable compañía de la tele posea excesivo amor hacia los libros. Estos te hacen pensar, se necesita concentración mental y emocional para saborearlos.

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