A fondo con Rodrigo Contreras: “El fútbol argentino es más intenso, lo demostró Racing con Colo Colo”
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A fondo con Rodrigo Contreras: “El fútbol argentino es más intenso, lo demostró Racing con Colo Colo”

Rodrigo Contreras (Tucumán, 1995) se proyecta como la carta goleadora de Universidad de Chile. Tras un inicio complejo, el argentino, que fue goleador en Everton, se erigió como el héroe en el clásico ante Universidad Católica y se hizo un espacio en el esquema de Gustavo Álvarez. En conversación con El Deportivo, analiza el gran presente azul y mira con seriedad los objetivos de un club que busca pelear en todos los frentes.
¿Cómo se ha sentido en sus primeros meses en la U?
Bien, contento, feliz de estar en la U. Al principio me costó un poco haber venido sin pretemporada, llegar en lo último, pero bien dentro de todo. Disfrutando del día a día de este club, que es un club muy grande, que tiene obviamente una exigencia muy grande, pero también se disfruta mucho.
Llegó sin pretemporada y le costó, pero poco a poco se fue adaptando...
Llegué con mucho tiempo de receso por las vacaciones, que terminamos el año pasado en noviembre. Estuve mucho tiempo parado, pero a base de trabajo, de sacrificio, de ponerme a punto lo más rápido posible; me fui haciendo de un lugar. Hoy disfruto de mi presente y trato de seguir progresando para estar cada día mejor y ayudar a la U a cumplir los objetivos que tenemos.
¿Cómo se dio su llegada a la U? Dio el salto a un club grande...
Fue un cambio, pero lo tomo normal. Yo salí de equipo grande de Argentina, de San Lorenzo, que tiene la misma exigencia que tiene la U. Son muy parecidos los dos clubes, los colores, entonces la adaptación fue tranquila. Fue un poco larga la negociación, pero se llegó a un buen puerto y hoy estoy disfrutando mucho en la U.
¿Fue clave en su llegada haber tenido anteriormente a Gustavo Álvarez como técnico?
No. El club ya había tenido contacto conmigo bien terminó el torneo y se terminó dando un poco después. El profe me dio la tranquilidad de que quería contar conmigo. El club también mostró mucho interés para que yo venga acá.
¿Cómo ve el trabajo de Álvarez? ¿Qué le transmite al equipo?
Es un gran entrenador, tiene una idea muy clara. Ya lo venía plasmando del año pasado acá en la U y nosotros, los que vinimos este año, nos acoplamos a lo que era el equipo. Tiene un buen carácter. Habla bien de su trabajo que tiene a todos motivados y en sintonía para que al que le toque jugar, esté a la par del equipo.
Álvarez tiende a ser cercano a sus jugadores, ¿qué le manifestó tras su complejo inicio?
Siempre me ha dado tranquilidad y su respaldo. Me fue llevando de a poco. Yo también traté de poner de mi parte para estar a punto lo más rápido posible. Estoy agradecido porque me dio su confianza desde el primer momento y ahora yo trato de devolvérsela dentro de la cancha.
¿Con qué sensaciones quedó tras el clásico Universitario?
Venía de convertir en dos partidos seguidos por el torneo. Después se me dio la oportunidad con Católica de hacer un gol que creo que va a quedar siempre en mi memoria y en la del club. Era el Clásico 200, último minuto, última pelota, festejarlo con toda nuestra gente a estadio lleno. Fue un desahogo porque también necesitábamos la victoria para seguir peleando arriba. Fue un gol que marcó un antes y un después para mí.
¿Qué le falta consolidarse como titular indiscutido?
Esto es el día a día. El profe dice que el que está mejor siempre va a jugar, entonces no hay que relajarse, siempre estar progresando para ayudar al equipo.

Hay una bonita e intensa competencia con Di Yorio, Fernández y Guerra...
Tenemos que estar todos preparados, todos metidos porque tenemos tres competencias por delante. Todos vamos a tener la posibilidad de jugar. De mi lado, yo siempre trato de mejorar, de hacer las cosas bien y de aportar un granito de arena.
¿Se considera un jugador hábil o un luchador? ¿Se siente más cómodo como nueve de área?
En mi carrera me tocó jugar tanto de nueve como de media punta, también he jugado de extremo, por suerte tengo la posibilidad de acoplarme bien a todo el frente de ataque. Mi posición natural siempre es de nueve de área, pero soy un jugador que deja todo en la cancha. A veces uno puede jugar bien o mal, pero me voy con la sensación de que dejé todo y eso me deja tranquilo. Los delanteros tenemos que convivir con el gol, de ayudar con goles, pero uno también tiene que ayudar al equipo en todo sentido.
¿Cuál es su análisis del presente de la U?
Estamos haciendo un gran año, aunque todavía queda mucho por delante. Siempre tenemos cosas para corregir, eso es normal, pero creo que tenemos que seguir por este camino.
Tienen que ir a definir su paso a octavos de Libertadores en Brasil. ¿Es imposible ganarle a Botafogo allá?
No, todos los partidos somos 11 contra 11. Ya ganamos en Argentina a Estudiantes. Va a ser un partido muy duro, muy friccionado. Ellos necesitan ganar para clasificar y nosotros también. Tenemos que salir a jugar de igual de igual, sabemos que tenemos un gran equipo y que podemos darles pelea a todos. Ya quedó demostrado, le ganamos acá de local y tenemos que ir con la misma convicción.
La U tiene pocos triunfos en Brasil en general, aunque en Río específicamente acumula un invicto de seis partidos...
Sí, lo vi el tema de los seis partidos positivos en Río, pero hoy es otra realidad. Nosotros tenemos que estar conscientes de que tenemos un gran equipo, que va a ser un partido muy complicado y vamos a ir a buscar la clasificación como lo hicimos en cada partido.
¿Hasta dónde puede pelear la U en la Copa Libertadores?
Siempre luchamos por lo máximo. Uno como jugador, como grupo, como equipo, tiene que ponerse metas altas. Es un equipo muy grande y estamos obligados a pelear hasta el final. Vamos partido a partido, pero siempre con la ilusión de ganar todo.
¿No clasificar a octavos sería un fracaso?
No, uno no piensa en eso. Nosotros tenemos que estar convencidos de que vamos a pasar a octavos, esa es la única mentalidad que tenemos que tener.
Y en caso de que se dé, ¿sienten que podrían haber perdido la clasificación en Venezuela o con Estudiantes en Santiago? Con un empate en el Nacional ya estarían clasificados...
Estamos convencidos de que vamos a pasar a octavos de final. Tenemos que ir a buscar los tres puntos a Brasil, como decimos en cada partido. Así con la mentalidad siempre positiva, no pensamos en otra cosa que sea clasificar. Nosotros creo que tenemos que seguir con las convicciones.
¿Qué le parece compartir con referentes como Marcelo Díaz y Charles Aránguiz?
Es muy positivo, son dos grandes personas, dos grandes líderes que llevan el equipo siempre adelante de la mejor manera. Son buenos referentes en el día a día también.
¿Es Aránguiz el futbolista más relevante del plantel? ¿Se podría catalogar como el motor de la U? Su ausencia se ha notado...
Charles es un grandísimo jugador, todos sabemos la calidad que tiene. Cuando él no está, lo sentimos, como en ese partido con Estudiantes. Pero somos un equipo, estamos todos muy bien. Tenemos grandísimos jugadores como Charles, Marcelo, Zaldivia, Lea y Di Yorio también. Eso habla de lo que es la U.

Tienen partidos pendientes y podrían ser punteros...
Tenemos que ir partido a partido. Si bien tenemos dos partidos pendientes, tenemos que estar tranquilos, con los pies sobre la tierra. Todavía no llegamos ni a mitad de año.
La U no sale campeón desde 2017 por el Campeonato Nacional, también está la espinita del torneo pasado...
No se viene dando, pero tenemos un plantel para pelear el torneo hasta el final. Tenemos tres competencias por delante y estamos bien en las tres. Ojalá que a fin de año podamos coronarlo con los títulos para que la U tenga lo que merece.
Usted estuvo presente el día en que la U se quedó sin la posibilidad de ir al partido por el desempate con Colo Colo...
Sí, yo representaba a Everton en ese momento. Necesitábamos empatar o ganar para clasificar a copas internacionales. Fue un partido muy duro, y lamentablemente la U no pudo jugar un partido de desempate, pero creo que hicieron un torneo impecable, un año impecable.
¿La U está para pelear en los tres frentes?
Siempre. Nosotros estamos con la convicción de que tenemos que pelear todo lo que afrontamos porque la U así lo requiere. Tenemos esa convicción... y son cuatro porque también está la Supercopa pendiente.
Ha dado una vuelta larga. ¿Podría ser la U el relanzamiento de su carrera?, tiene 29 años aún...
Estoy contento de la carrera que llevo. Me ha tocado jugar en grandes equipos. Salí de San Lorenzo, salí campeón del torneo argentino, también estuve en el planteo de la Copa Libertadores 2014. Después me tocó ir a Europa al Sporting Braga, jugué en México. He logrado muchas cosas a nivel futbolístico y personal, que estoy orgulloso. Estuve sparring en un Mundial, salí campeón de un Sudamericano Sub-20 y hoy estoy en un equipo grande como la U. El año pasado salí goleador en Everton, y estuve peleando el goleador del torneo con Zampedri hasta el último momento. Cada paso fue un aprendizaje, algo que me ayudó a crecer como profesional y como persona. A veces las vueltas son buenas, te hacen crecer. Hoy estoy en un momento muy bueno, más maduro, en una etapa de mi carrera en la que me siento un jugador más completo, más preparado. Espero que sea el impulso para seguir muchos años más en la U o si me toca ir a otro lado, también que sea positivo para mí y para mi familia.
¿Cómo se proyecta en la U? Cuáles son sus objetivos?
Estoy muy contento, muy feliz. Tengo la opción de compra a fin de año, así que quiero demostrar, hacer las cosas de la mejor manera para poder quedarme mucho tiempo. Para mí sería muy lindo quedarme en la U, pero queda mucho. A fin de año se verá qué pasará con mi futuro.
¿Qué recuerdos tiene de su gran paso por Everton? Estuvo cerca de batir a Fernando Zampedri, que es tetragoleador del fútbol chileno...
A Everton le tengo mucho cariño, la gente siempre me ha tratado bien, hasta el día de hoy me brindan su cariño. No seguir en Everton no fue por decisión mía. Yo nunca lo hablé ni lo voy a hablar, va a quedar ahí en el recuerdo. Hoy me toca estar en la U, pero la verdad que fue un año muy bueno en lo personal y en lo grupal. También peleé el título de goleo con Zampedri hasta el final. En Primera División, fue mi mejor año deportivo. Fue un impulso que me llevó a llegar acá a la U.
Conoce el medio hace varios años. ¿Quién es el defensor que más le ha costado enfrentar?
Creo que lo dije en su momento. El central que más me costó fue Mati Zaldivia. Cada vez que lo he enfrentado, fueron duelos muy intensos. El Chaco (Franco Calderón) también, me pegó bastante, pero creo que el Mati es muy técnico en su forma de jugar, muy tiempista. Trataba siempre de poder anticiparme a lo que iba a hacer él. Fueron duelos de lo más difíciles que tuve, muy picantes.
¿Y el arquero?
Castellón también me tapó muchas pelotas, fue un arquero que me tapó en todos los partidos que jugué con Everton. En Argentina, (Franco) Armani también me tapó una que otra pelota. Pero que recuerde, porque lo he enfrentado muchas veces, fue a Castellón. Lo enfrenté como cinco veces el año pasado y fue el más difícil. No le pude hacer ningún gol.
¿Cuáles son las diferencias del fútbol chileno con el argentino?
Yo creo que el fútbol argentino es mucho más intenso, mucho más físico, más friccionado. Se juega menos porque se pega más. La intensidad es mucha. Tenés que jugar a unos toques porque si no te llega una patada, un choque. Se hace mucha falta y los árbitros intervienen mucho también. La intensidad puede ser la diferencia, que por ahí lo demostró el otro día Racing con Colo Colo. En eso te sacan la diferencia. La intensidad que tiene Racing y le permitió salir campeón de la Copa Sudamericana.
Antes mencionó la importancia de su familia...
Es muy duro estar lejos de la familia. Yo me fui desde muy muy chico de mi casa, a los 11, 12 años. Pasé de Tucumán, que es una provincia muy chica, a Buenos Aires. Me fui a la pensión de San Lorenzo, de la que soy un agradecido porque me dio educación, comida y muchas cosas que de niño no tenía, pero obviamente que era un cambio muy grande. Tenía que hacerme la cama con 12 años, limpiar la pieza. Tenía que comer y a veces no podía repetir la comida porque no había, entonces me quedaba con hambre. También tenía que estudiar solo. No había redes sociales, entonces era muy difícil tener una comunicación con mi familia. Era solamente mensaje texto y a veces llamada. A veces me levantaba una persona que no era mi papá o mi mamá y me decían: “tenés que ir al colegio, tenés que levantarte”, era muy difícil. También lo tomo como aprendizaje porque me ayudó a crecer como persona. Yo me lavaba la ropa a mano con 12, 13 años. Fue muy duro de chico, pero que eso me ayudó también a ser una persona más madura, a que me pueda desenvolver en el ambiente del fútbol y en la vida.
Se emocionó después del gol contra Católica al contar que está lejos de su hijo, que vive en Buenos Aires. ¿Cómo es lidiar con eso?
Estar lejos de él me afecta mucho. Ya hace dos años que lo tengo lejos, cuando estuve en Antofagasta y en Everton. Mi hijo son esas ganas de superarme día a día. Fueron los dos años que mejor me fue deportivamente cuando estuve lejos de él porque creo que saqué un plus, tenía que darle un ejemplo, que tiene un papá que es fuerte. Es duro estar lejos de él, perderme los días de colegio, perderme dormir con él, cepillarle los dientes, hay muchas cosas que uno se pierde que el tiempo no te lo devuelve. En la vida te va a tocar momentos duros y uno tiene que ponerle el pecho de la mejor manera, y yo siento que tengo que ser un ejemplo que vea que su papá luchó hasta el último momento para darle un bienestar y que no le falte nada. Entonces, siempre que estoy con él, lo disfruto mil por mil porque son momentos que quedan para siempre. También sufro mucho estando lejos de mi mamá, mis hermanos que no los puedo ver, que los veo muy poco tiempo en el año, pero esa razón y esa fuerza sirven para cada vez que voy a jugar dar siempre el 120 por ciento.
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