Carlos Díaz, rector Duoc UC: “Chile tiene que seguir invirtiendo en técnicos para el desarrollo del país”
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Carlos Díaz, rector Duoc UC: “Chile tiene que seguir invirtiendo en técnicos para el desarrollo del país”
El rector Carlos Díaz Vergara (62) ha sido testigo privilegiado de los cambios que, a causa de la tecnología y las nuevas demandas laborales, enfrenta la educación superior chilena: “Estamos en unos tiempos de cambios que son vertiginosos definitivamente”. Fue entre 2020 y 2024 cuando por primera vez el Ingeniero Comercial de la Universidad Católica asumió el cargo de rector de uno de los principales institutos profesionales del país. Un cargo en el que, en enero de 2024, fue ratificado hasta 2028, para seguir impulsando áreas como la transformación digital y mejoras en indicadores como titulación y empleabilidad de sus más de 112 mil alumnos.
En conversación con La Tercera, el rector Díaz analiza el rol que hoy juega la educación técnico-profesional en la formación de capital humano, los cambios en el mercado laboral y cómo hoy se hace necesaria una relación más sólida entre la academia, las empresas y el Estado.
¿Qué tiene el mundo técnico-profesional para ofrecerle al país, en términos de formación académica?
El mundo técnico-profesional tiene mucho que ofrecer. Cuando uno mira lo que está sucediendo hoy día en términos competitivos, por ejemplo, con los aranceles que está colocando el Presidente (Donald) Trump, y uno dice, bueno, ¿cómo vamos a subsistir? Uno dice: tenemos que seguir bajando costos, aumentando la calidad de nuestros productos, y para eso se requieren técnicos, personas especializadas, personas que sepan, que estén a la vanguardia para poder hacer estos cambios que requiere el país. Chile se ha ido quedando estancado, por ejemplo, en materia digital. Tenemos que seguir invirtiendo en capital humano, pero un capital humano mucho más especializado, personas de mucho mayor vanguardia. Quizá es interesante conocer el caso suizo -hace poco estuve allá-, y te dicen: ‘nosotros tenemos la mano de obra más cara del mundo, porque es verdad, pero ¿cuál es la única forma que podemos competir? Teniendo la mejor calidad de personas, y por eso invertimos muy fuerte en el mundo técnico-profesional para poder producir los mejores productos en términos de calidad y que tienen evidentemente un mayor precio’. Creo que Chile tiene que seguir invirtiendo mucho en técnicos que se requieran para el desarrollo del país.
De lo que usted ha visto al mando de una institución técnico-profesional, ¿Qué habilidades son imprescindibles para insertarse y permanecer en el mundo laboral?
Primero, hay un componente disciplinar que tiene que ser actualizado. Tiene que estar no solamente hoy sino también pensando un poco en el futuro. Es un primer elemento. Y segundo hay una serie de habilidades mal llamadas ‘blandas’ que son de las más complejas, las más duras, que es importante que la persona sepa expresarse, sepa comunicarse. No es lo que uno vivió antes, sino en el nuevo mundo, que es un mundo de inteligencia artificial, es un mundo de exposiciones cortas, es un mundo de redes sociales. Entonces yo diría que nosotros tenemos que avanzar mucho más en formar a nuestros estudiantes lo mejor que podamos en la materia disciplinar, con visión de futuro, pero también en cómo expresarse, en cómo meterse en el mundo de la inteligencia artificial, cómo hacer todo eso también que hoy día es ampliamente requerido. Entonces estamos en un cambio, estamos en unos tiempos de cambios que son vertiginosos.
Se mira muchas veces a la educación técnico-profesional como una especie de “pariente pobre” dentro de la Educación Superior. ¿Cómo se puede revertir esa mirada?
Yo diría que algo de razón existe, y nos hemos ganado un poco eso, en el sentido de que cuando tú miras experiencias exitosas en otros países como Suiza, Alemania, Singapur, que es más joven y que es muy impresionante, tú ves que efectivamente el mundo técnico-profesional tiene una diferencia menor con las universidades y una vocación distinta. Yo diría que aquí en Chile lo que ha sucedido, en mi opinión personal, es que se copió un poco a las universidades, con menos calidad, con algo más práctico, pero no se ha jugado en la cancha realmente que uno pudiera jugar, que es muchas horas de práctica, conexión con empresa. El mundo técnico-profesional está al debe, sin duda que da un gran aporte al país, pero tiene que desarrollarse mucho más y de manera complementaria a la universidad, tiene que estar por un camino diferente, son vocaciones distintas.
Mirando hacia 2030, ¿Cuáles son, a su juicio, los desafíos que ven para la formación técnico-profesional?
Yo diría que hay que incorporar más tecnología, frente a todo esto que hablábamos del mundo de la inteligencia artificial. Más calidad en nuestros académicos, que estén más al día, tenemos que seguir invirtiendo fuerte en eso, eso es absolutamente clave. Muchas más horas prácticas. ¿Eso qué quiere decir? Quiere decir que tú tienes carreras que tienen un alto componente teórico todavía en esto y deberías tener un alto componente práctico. De nuevo, vuelvo a estos países desarrollados, el mundo técnico-profesional tiene 30% teórico, 70% práctico. El tipo pasa 70% de su tiempo en un taller mecánico trabajando. Incluso, parten a las 8.30 AM y salen a las 17.30 de la tarde, digamos. Entonces uno dice, nosotros estamos lejos, lejos todavía. Entonces tú tienes la necesidad de tener más componente práctico aplicado, profesores de mayor calidad y mucha más incorporación de lo que son el mundo de la automatización digital y todo esto.
¿Por qué es importante invertir en este sector?
Porque tú necesitas para poder seguir siendo competitivo en todas las industrias, necesitas técnicos de vanguardia. Eso es un factor clave. Nuevamente volvemos al caso de Singapur. ¿Y Singapur por qué lo pongo como ejemplo? Porque Singapur hace 60 años era como Chile, era más pobre que Chile. Y los singapurenses no es una raza distinta, digamos, especial, así que tú digas, mira, son, por decir, los japoneses, por decirte algo. No. Pero los tipos se dijeron, bueno, nosotros no tenemos recursos naturales, nos va a comer Indonesia en cualquier minuto. ¿Cómo lo hacemos? Inversión en capital humano. Universidades top, pero sobre todo mundo técnico profesional. ¿Y qué es lo que somos capaces de hacer? Y viene la pregunta. Van a la empresa y les dicen, ¿qué quieren hacer los próximos años? ¿Esto quieren hacer? Listo, nosotros vamos a preparar los técnicos para ustedes. Y vamos a ser competitivos. Y Singapur tenía hace 60 años un PIB per cápita menor que el de Chile y hoy en día tiene 70.000, 80.000 dólares per cápita. Entonces estamos hablando cuatro veces o más de lo que es Chile. Entonces, ¿es esto posible? Sí, es posible. Lo que pasa es que hay que hacerlo bien y hay que hacerlo invirtiendo. En esta complementariedad entre el mundo técnico profesional y la universidad. Nosotros no tenemos que copiar la universidad. Tenemos que tener vida propia e invertir fuerte en esto porque va a ser efectivamente el polo de desarrollo de los países. Y eso es lo que vemos en Suiza, vemos en Australia, vemos en todas partes del mundo.
¿De qué forma trabajan en conocer cuál es el perfil de los nuevos técnicos profesionales que buscará el mercado?
En Chile tenemos que seguir trabajando con las empresas para tener un mejor match, entre lo que requieren las empresas y lo que somos capaces de formar nosotros. Yo creo que todavía tenemos un cierto desacople.
¿Por qué se da ese desacople?
Diría que es falta de comunicación, falta de historia... muchas empresas hoy día están agobiadas por temas económicos, la situación, el bajo crecimiento, problemas regulatorios. Entonces, tienen poco tiempo para pensar en lo que necesitan en los próximos 10 años, y a veces también nosotros mismos nos hemos acercado poco a las empresas. Nosotros tenemos, por ejemplo, dos sedes que son duales, con empresas de Arauco y otra de Nacimiento (CMPC), donde hemos procurado hacer un match muy potente, entre las necesidades de esa región o ese territorio y la formación que nosotros entregamos. Yo diría que ahí estamos en deuda cuando se compara de nuevo con países desarrollados. Hace muchísimo mejor lo que es la prospección de cuáles son las carreras del futuro, cuáles son los técnicos del futuro y por lo tanto qué es lo que hay que formar hoy. También en Chile se da una característica que es, tenemos la gratuidad, que te permite estudiar cualquier carrera. Entonces uno dice yo quiero estudiar esta carrera porque me gusta, me encanta, aun cuando tenga una tasa de desempleo alta. Así se ha definido. Usted es libre de estudiar lo que estime conveniente y ya después verá en qué puede trabajar. En otros países desarrollados esto no es tan libre, a ti te van acotando cuáles son las carreras que el Estado te quiere financiar y por lo tanto tú lo que hagas depende mucho de lo que está sucediendo en el mercado del trabajo. Entonces creo que todavía nos falta más afiatar esa relación empresa-mundo técnico-profesional y con la colaboración del Estado. Aquí uno ve un ejercicio virtuoso entre estas tres entidades: Estado, por un lado, instituciones de educación superior y empresas, por el otro.
Financiamiento: las objeciones de Duoc UC sobre la ley
“Hoy día estamos viviendo una complejidad muy fuerte con la actual ley hasta el financiamiento de educación superior”, advierte el rector Carlos Díaz, al hablar sobre los cambios y propuestas que giran en torno a las vías de financiamiento de la educación superior. Este tema, a juicio de Díaz, podría tener una incidencia directa en la calidad de las instituciones y sus egresados.
¿Cómo se está anticipando Duoc a las nuevas demandas del mercado laboral para sus egresados?
Invertimos miles de millones de pesos estos años para poder tener a nuestros docentes muy actualizado de lo que está pasando en las empresas, mirando hacia delante de nuestras escuelas. Eso es una obligación diaria que llevamos a cabo y, como digo, estamos haciendo un plan muy fuerte en eso. Pero también hay que pensar por lo que hay que tener educación continua porque pasan cinco, seis, ocho años y ya está todo medio obsoleto. A esto le agregamos inteligencia artificial y lo que está pasando en el mundo. Lo normal es que uno vuelva con frecuencia (al aula), que vuelva por una microcredencial, que vuelva a un diplomado, a un programa corto. Yo creo que ahí tenemos un desafío país. Cómo vamos a hacer que la gente que ya está trabajando, que dejó de estudiar de manera permanente hace dos, tres, cuatro, cinco años, se mantenga actualizada en el tiempo. Nosotros vemos un crecimiento que se tiene que venir muy fuerte por el lado de la educación continua. Que es lo que sucede en otros países.
¿Cómo ven desde Duoc la situación de la educación superior y su financiamiento?
Hoy en día estamos viviendo una complejidad muy fuerte con la actual ley hasta el financiamiento de educación superior. Que es un proyecto de ley que tiene problemas muy serios.
¿Qué tipos de problemas visualizan?
Tiene problemas muy serios porque viene a tratar de intervenir en todas las instituciones. Ya sea en privada, con gratuidad o sin gratuidad. Tiene este elemento que quiere eliminar el copago en los deciles ocho y nueve. Lo cual es muy grave. Más grave para las universidades que para nosotros, pero también nos impacta. Y al final termina fijando aranceles para todo. No solamente para la gratuidad sino también para los que quieran acceder a un crédito. Entonces te afecta también el crédito o el sistema. Entonces eso significa que te baja la calidad.
¿Cómo se financiarían entonces?
Nosotros hasta ahora hemos logrado sobrevivir. Tú necesitas invertir en más tecnología, necesitas traer equipamientos de vanguardia. Necesitas invertir en tus profesores. Eso no es gratis. La gratuidad tiene un problema. Que te fija en función de lo que tú hiciste hacia atrás. Si hacia atrás hiciste poco, el problema que tienes es que no te estarás financiando lo que quieres hacer hacia adelante. Nosotros tenemos que invertir mucho, más fuerte. Entonces, yo diría que el proyecto de ley tiene algunas cosas buenas, sin duda. Pero tiene errores, en mi opinión, garrafales. Fija que hay esta intromisión muy grande en venir a fijar el tema del fin del copago y el establecimiento de fijación arancelaria prácticamente en todos los niveles.
¿Qué espera que ocurra con esta ley?
A mí me gustaría que no salga. A mí personalmente, sin duda. Y me atrevería a decir que en el mundo tecnológico profesional preferimos que esto se discute en un próximo gobierno. Porque tal como está, tiene elementos positivos, pero tiene muchos elementos negativos que nos van a afectar fuertemente. Y lo otro que nos preocupa también es el crecimiento del país. Un país que no crece o que crece al dos, ¿qué posibilidades tienes de colocar a todos tus egresados? Entonces lo que vemos hoy día es que muchos de nuestros egresados están trabajando en el mundo informal por falta de crecimiento, por falta de vitalidad del país. Entonces lo que necesitamos, que es más o menos obvio, es que volvamos a crecer a tasas del 4 al 5%.
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