De la violencia al elogio sin mediaciones: las cambiantes convicciones de Javier Milei

De la violencia al elogio sin mediaciones: las cambiantes convicciones de Javier Milei

“Soy la única persona que resiste el archivo”, aseguraba Javier Milei antes de asumir como presidente de Argentina. Aún concediendo el beneficio de la duda para el período previo, cuando se hizo conocido como efervescente panelista de programas de TV, cumplidos 500 días de su arribo a la Casa Rosada la afirmación del mandatario ultra contrasta con las repetidas contradicciones de sus dichos y sus actos. De las diatribas y el escarnio más encendidos, dirigidos a personas o instituciones, Milei ha pasado en muchos casos al elogio desmedido de sus antes víctimas. La mayoría de las veces, sin una explicación, una retractación o un pedido de disculpas por sus drásticos virajes, amparado en su presunta honestidad o su desbocada espontaneidad. A continuación, algunas de las contradicciones más notorias en que ha incurrido el presidente ultra:

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