Eslabón perdido en la regulación policial

Eslabón perdido en la regulación policial

SEÑOR DIRECTOR:

La discusión sobre uso de la fuerza policial revela una paradoja: buscamos proteger derechos fundamentales y fortalecer la capacidad operativa policial, pero carecemos de mecanismos objetivos para evaluar si logramos estos objetivos. Sin sistemas técnicos de medición, los debates se reducen a percepciones subjetivas. ¿Cómo determinar si un procedimiento fue proporcional sin parámetros objetivos? ¿Cómo identificar patrones problemáticos?

La experiencia internacional muestra que las policías más efectivas implementan rigurosos sistemas de evaluación. El modelo Compstat y las metodologías del Departamento de Justicia estadounidense evidencian cómo la medición sistemática fortalece la operatividad policial y previene abusos.

Soluciones: sistemas estandarizados de registro con parámetros técnicos específicos; plataformas digitales para análisis en tiempo real, y unidades técnicas especializadas que apliquen metodologías de evaluación objetiva.

La crisis de 2019 evidenció que los actuales mecanismos de control son insuficientes. Sin criterios estandarizados, resulta imposible evaluar imparcialmente procedimientos o identificar necesidades formativas.

Contrario a lo que algunos temen, estos sistemas no limitan la función policial sino que la potencian. Las unidades bajo evaluación técnica exhiben mayor precisión operativa y menos controversias.

La legitimidad institucional, pilar fundamental de la eficacia policial, se construye precisamente mediante estos sistemas. Una ciudadanía que confía en que sus policías operan bajo parámetros objetivos desarrolla relaciones cooperativas que multiplican la eficacia de la labor policial.

Daniel Soto Muñoz

Experto Comité para la Prevención de la Tortura