Herencia, fe y poder: el significado detrás de los nombres de las “hijas” del Cártel de Sinaloa
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Herencia, fe y poder: el significado detrás de los nombres de las “hijas” del Cártel de Sinaloa

Mientras los Zambada parecen apostar por la sobriedad, la tradición y la discreción, los Guzmán incorporan matices de modernidad, resonancia mediática y una mezcla de fuerza y misticismo
Dentro del Cártel de Sinaloa, el rol de las mujeres ha dejado de limitarse al ámbito doméstico o sentimental para asumir posiciones estratégicas dentro del engranaje criminal. Lejos de ser meras acompañantes, se posicionaron en actividades logísticas, operativas e incluso de mando, lo que refleja un cambio generacional y estructural en la organización que encabezan Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.
En ese contexto, las hijas de los máximos líderes del cártel no sólo heredan apellidos, sino también responsabilidades simbólicas y, en ciertos casos, funciones activas en la red criminal. Sus nombres, cuidadosamente elegidos, se convierten en emblemas de linaje, legitimidad e identidad dentro de un sistema que perpetúa su estructura a través de la sangre.
“A través de ellas procrean hijos y extienden su dinastía criminal, dentro del núcleo familiar ellas replican el sistema criminal machista y patriarcal en sus propios hijos e hijas, haciendo que dicho sistema sea una espiral infinita”, menciona la periodista Anabel Hernández en su columna del 16 de diciembre de 2021 para DW. La genealogía, en este universo, es más que biología, es estrategia, legado y poder.

¿Qué significan los nombres de las hijas del Mayo Zambada?
Ismael “El Mayo” Zambada García, figura central del Cártel de Sinaloa, tuvo al menos cinco hijos con su primera pareja, Rosario Niebla Cardoza, conocida como “Chayito”. Con ella procreó a Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, y a cuatro hijas cuyas identidades y nombres han cobrado relevancia dentro de la facción conocida como “Los Mayitos”.
Los nombres de estas mujeres no sólo remiten a una tradición religiosa y cultural profundamente arraigada, sino que también podrían revelar aspectos simbólicos del linaje y del entorno en que crecieron. A continuación, se detallan los significados de sus nombres, según el Diccionario Etimológico Castellano en Línea (DECEL), de Chile:
- María Teresa Zambada Niebla: nombrada como “Maycita” por su propio padre, nació el 17 de junio de 1969. Su primer nombre, María, proviene del hebreo Miryam y puede traducirse como “aquella que ama a Dios” o “la que es amada por Dios”, una elección que refleja la fuerte tradición religiosa presente en muchas familias mexicanas.
Teresa, por su parte, tiene origen griego (Therasia) y se interpreta como “la que recoge frutos” o “cosechadora”, una imagen que evoca trabajo, fecundidad y legado. Este nombre, compuesto y cargado de simbolismo espiritual, podría interpretarse como una declaración de identidad familiar, una figura femenina vinculada tanto a la devoción a la virgen.
- Midiam Patricia Zambada Niebla: porta un nombre inusual que sugiere una herencia profundamente religiosa. Midiam, una variante posiblemente derivada de Miriam o Midian, nombre de un pueblo bíblico descendiente de Abraham, evoca significados como “lugar de refugio”, “tierra de juicio”, “amada por Dios”, o incluso “fortaleza rebelde”.
Aunque no existe un significado único para esta variante, su resonancia bíblica y su rareza refuerzan un aura de distinción y resiliencia. A ello se suma Patricia, de origen latino que significa “noble” o “de la nobleza”.
- Mónica del Rosario Zambada Niebla: igual que sus hermanas, su primer nombre tiene raíces arraigadas al catolicismo. “Mónica” puede derivar del griego o del latín y se traduce como “la que advierte” o “consejera”, una figura asociada con la prudencia, la vigilancia y la guía.
El segundo componente, Del Rosario, hace referencia directa al rosario católico, un símbolo devocional ligado a la Virgen María y a la práctica de la oración. Esta combinación otorga al nombre una carga espiritual que puede interpretarse como una herencia de fe, un resguardo familiar y reconocimiento en medio de una vida pública marcada por la discreción y el crimen.
- Modesta Zambada Niebla: ostenta un nombre cuya fuerza radica en la sencillez. Modesta proviene del latín y significa “humilde”, “comedida” o “modesta”, virtudes tradicionales en muchas culturas, especialmente dentro de marcos religiosos o conservadores.
En el contexto del narco, donde el exceso y la ostentación suelen dominar la narrativa, este nombre resalta por contraste y puede interpretarse como un intento simbólico de preservar ciertos valores familiares o, incluso, de proyectar una imagen contenida frente al escrutinio público.

La herencia simbólica del Chapo Guzmán
El Chapo Guzmán tiene al menos cinco hijas reconocidas públicamente, producto de sus diferentes relaciones y matrimonios. Alejandrina Giselle Guzmán Salazar, hija de la primera relación de Joaquín con María Alejandrina Salazar Hernández, lleva un nombre con doble carga histórica y cultural. Alejandrina, forma femenina de Alejandro, proviene del griego Alexandros y significa “la protectora de los hombres” o “la que defiende”.
Esta connotación guerrera podría leerse como una afirmación de carácter en un entorno marcado por conflictos y lealtades familiares. Giselle, por otro lado, tiene raíces germánicas y alude a “la promesa” o “el juramento”, evocando vínculos de sangre y destino.
Por otro lado, Griselda Guzmán López, nacida de la unión entre “El Chapo” y su segunda esposa, Griselda López Pérez, porta un nombre que remite a la literatura medieval y a una idea compleja de obediencia y resistencia.
De acuerdo con la Fundación de la Lengua Española, Griselda proviene de la combinación de “gris” e “hilda”, lo que significa “la mujer heroína”. Una figura que, aunque tradicionalmente asociada con sumisión en relatos antiguos, también simboliza entereza ante la adversidad.
En el contexto del narco, donde las mujeres han sido al mismo tiempo víctimas y operadoras del sistema, el nombre sugiere resiliencia y templanza, características necesarias para sobrevivir y permanecer dentro de una estructura cerrada y violenta.
Emaly Guadalupe Guzmán Coronel, una de las gemelas nacidas en 2011 fruto de la relación con Emma Coronel, combina en su nombre la modernidad y la devoción. Emaly es una variante estilizada de Emilia, de raíz latina derivado de “aemilius”, y se significa “rival” o “la laboriosa”; sin embargo otros significados apuntan a una persona que “se esfuerza” o trabaja, un concepto que se aleja del lujo y apunta al mérito personal.
Guadalupe, igualmente arraigado en la religiosidad mexicana, remite a la Virgen de Guadalupe, símbolo de protección, consuelo y resistencia popular. Esta fusión de lo contemporáneo con lo sagrado marca una identidad dual entre la herencia cultural y la imagen pública que rodea a las figuras nacidas en el seno del crimen organizado.
Finalmente su hermana gemela, María Joaquina Guzmán Coronel ostenta un nombre denso en referencias religiosas y coloniales. María, “la amada por Dios” y Joaquina, de origen hebreo también, significa “Dios dispondrá” o “establecida por Dios”, y ha sido tradicionalmente vinculado con figuras maternas de la fe. Su nombre sugiere una identidad construida desde lo divino, lo predestinado y lo femenino, reforzando la imagen de linaje bendecido o protegido dentro de una narrativa donde la fe y el poder se entrelazan.
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